Ellos viven en mi:
ciegos que son visionarios,
también analfabetas habladores,
mártires felices llenos de dolores
y mudos que parecen diccionarios.
Poetas y soldados y soldados poetas,
sordos que solo escuchan a Dios y son profetas.
Algunos millonarios desdichados,
y también pordioseros extasiados.
Embajadores de otros tiempos y de otros espacios:
algunos que eran reyes de la calle
y otros que eran esclavos de palacio.
Algunos están locos de sabiduría
y otros son eruditos pero de estupideces.
Los vi volar en lo mas alto de la vida
y también revolcarse muchas veces.
Ellos viven en mi;
algunos valerosos pero sin alardes
y algunos presumidos pero muy cobardes;
felices con la compañía de su propia mente,
o ahogándose de soledad entre mucha gente.
Ellos viven en mi,
y han sido tantas la contradicciones que han vivido
y tantas paradojas a través de los años,
que ya nada normal tiene sentido
ni nada de lo irónico se me hace extraño.