No me conformaría con riquezas ni fama,
Ni con muchas pasiones quede satisfecho.
Ahora me satisface un solo hecho:
Que prendiste mi ser como una llama.
Más parece que fuera llamarada
Cuando prendiste en mi aquella llama;
Después de ver en ti cómo es que verdaderamente se ama
Quien pudiera quitarte de encima la mirada.
Ahora esa llama la cuido vigilante
No porque piense yo que sea un santo,
Sino porque tu amor ha sido exageradamente tanto
Que la llevo encendida en cada instante.
Que no se extinga mi llama yo te ruego
Sino que siga creciendo cada día
Pues por doquiera que voy ella me guía
Para bañar también el mundo entero en fuego.