Muchos the pintan como calavera
y calavera eres para el que verte como hueso quiera;
pero eres más que eso.
Eres oscuro océano de azul profundo
que cruzan los viajantes solitarios hacia el otro mundo.
Eres una abuelita con su nieto de la mano cruzando la vereda.
La paciencia de arañas y de orugas tejiendo con la seda.
Cuando se extingue todo, tu eres lo que queda.
Si el caminante desalojado de ilusiones pasajeras
lo que hay en ti supiera
apretaria el paso y no se detuviera
como no se detiene en el ocaso
la hoja satisfecha ya de primavera
y que en caída libre busca su descanso
para volver a renacer por vez primera.
Solo te han conocido verdaderamente, solo por un instante,
los guerreros, los recién nacidos y los inmigrantes;
las mujeres en parto, los locos delirantes,
y esa catarsis tan profunda que deja sin aliento a los amantes.