Dicen que nació en Belén,
en la secta judía de los nazarenos
quienes decían ser en este mundo ajenos
y ajeno de este mundo él fue también.
Cuentan que el era un viajero
que hablaba sobre un reino en todos lados,
y muchas veces dijo a sus amados:
“No se conformen con nada pasajero,
más bien denle mi amor al mundo entero”.
Cuentan que el verbo hombre era un caminante
que comprendió que el mundo era un desierto
con gran necesidad de conocer lo cierto
y nos marcó la senda pues él iba adelante.
El envió a sus amigos caminar la tierra
llevandoles la luz en todos lares
como quien va sin nada hacia la guerra;
y armados con su fe fueron en pares,
cruzando inhóspitos desiertos y hasta mares
pues nada necesita quien a la fe se aferra.
Así como quien solamente va de paso
gracias a él yo también soy viajero
porque en el mundo estoy un corto plazo
y lo que ofrece el mundo no lo quiero.